EL MISTERIO DE LA RIQUEZA DE BIELORRUSIA

 ¿CUÁL ES EL MISTERIO DE LA RIQUEZA DE ESTE PAÍS?

Bielorrusia es un estado situado en Europa Oriental, el cual formó parte de la Unión Soviética hasta la firma del Tratado de Belavezha y la posterior desintegración de la URSS en 1991. A partir de dicho año, este país se declaró independiente y comenzó su curso como república. 


Con respecto a su riqueza, si empleamos su respectivo PIB per cápita como indicador de la misma, disminuyó entre 1990 y 1995, años correspondientes a su inicio como país independiente, tras la desintegración de la Unión Soviética. A partir de 1995, su PIB per cápita experimentó un importante crecimiento extendido hasta el año 2020. A pesar de ello, Bielorrusia siempre contó con un reducido PIB per cápita, si así lo comparamos con algunos de sus países vecinos: Letonia, Lituania o Estonia. 


El verdadero misterio lo encontramos en el porcentaje del PIB invertido en Investigación y Desarrollo con el este país cuenta, alrededor del 0,5% y 0,7% entre los años 2000 y 2020. Si lo comparamos con países como Letonia o Lituania resulta ser bajo, pero si lo hacemos con países que se encuentran al mismo "nivel de riqueza" que Bielorrusia, como Armenia, Azerbaiyán o Moldavia, resulta ser más elevado.  Además, si comparamos de nuevo con estos países, su Índice de complejidad económica también es más alto. Contaba con un índice entre el 0,73 y 0,98, entre los años 2000 y 2020. 

Normalmente, son las potencias que invierten en Investigación y Desarrollo las que más oportunidades tienen de conseguir diversificación y diferenciación, así como de alcanzar una combinación eficiente de los recursos de los que disponen. Ocurre algo similar con el Índice de complejidad económica del país, si este es elevado, definitivamente es porque la región cuenta con capacidades y habilidades económicas. 

Tanto la inversión en Investigación y Desarrollo como el Índice de complejidad económica apuntan que Bielorrusia cuenta con un PIB per cápita superior al que tiene. Sin embargo, como se puede observar, esto realmente no es así. Nos cuestionamos entonces por qué esa capacidad de innovar, esas habilidades técnicas y altas capacidades de producir de Bielorrusia no se ven reflejadas en su riqueza. 

Analizar el Gasto en Educación y en Sanidad podría servir de ayuda, ya que los países que cuentan con una economía más rica normalmente son países que pretenden redistribuir su capital e invierten en educación y sanidad, entre otros gastos públicos. Comparando a Bielorrusia de nuevo con sus países vecinos (Letonia, Estonia y Lituania), es el estado que menos invierte en educación y en sanidad. Invirtió en sanidad, entre los años 2000 y 2020, entre el 5,2% y el 6% del PIB. Por otro lado, invirtió en educación entre el 4,7% y el 6,1% del PIB, entre esos mismos años. 

Podríamos encontrar distintos motivos que expliquen a qué se debe esto. De hecho, si se analizan el Índice de Inestabilidad Política y el Índice de Corrupción de Bielorrusia, resaltan por ser notablemente altos. Por tanto, lo anterior nos lleva a poder pensar que el capital no está siendo distribuido de forma equitativa en esta región y que, teniendo en cuenta la inestabilidad política y corrupción, todo este misterio podría quedar resuelto si existiese la posibilidad de saber acerca las rentas políticas. En el caso de que estas fuesen elevadas, esto significaría que la riqueza se estaría concentrando únicamente en un sector de la población del país. 


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