EL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL



 EL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL SE PRERROGA EN 2024

Aunque en 2024 se prorrogará el SMI hasta que se alcance un consenso entre Gobierno, patronal y sindicatos para definir su subida, todo apunta a que en los próximos meses se podría producir un incremento del 4 %. De producirse este aumento, el SMI pasaría de los 1.080 euros mensuales por catorce pagas, hasta lo 1.123,2 euros al mes.

Es importante destacar que esta subida podría tener implicaciones significativas en el salario medio en España. 

Desde el Gobierno aseguran que el SMI debería aumentar en línea con la tasa media del IPC entre diciembre de 2022 y noviembre de este 2023.

Sin embargo, la propuesta desde CEOE varía y consistiría en una subida del 3% del salario en 2024 y de otro 3% en 2025, es decir, una subida del 6% en los próximos dos años. DE esta manera, el SMI pasaría a los 1.112,4 euros mensuales en 14 pagas en 2024 y a los 1.145,77 euros mensuales, en 2025.

Por su parte, los sindicatos CCOO y UGT, consideran que esta propuesta de CEOE es insuficiente y piden una subida que alcance el 60% del salario medio.

¿A qué personas afectan las subidas del SMI?

Las subidas del SMI afectan a todas las personas trabajadoras, sobre todo, a aquellas que no tienen convenio y repercuten en quienes están recibiendo menos ingresos de lo estipulado. Especialmente podría afectar a: 

  • Mujeres, ya que en algunos casos ocupan empleos con salarios más bajos.
  • Personas jóvenes.
  • Sectores específicos, como la agricultura o el comercio.
Puede ser que haya personas empleadas que pese al aumento del SMI no vean reflejada dicha subida en su nómina, pero sí que se beneficiarán de la subida del SMI en los conceptos de la misma.

Hay que recordar que el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores indica que la revisión del SMI no afecta a la estructura ni a la cuantía de los salarios profesionales cuando estos, en su conjunto y cómputo anual, fueran superiores a aquel. 

¿Cómo repercute una subida del SMI en la economía?

Los aumentos del salario mínimo interprofesional son una excelente noticia en economías en las que crece la productividad y las tasas de empleo son elevadas. Sin embargo, los costes y beneficios de la medida, siguen sin ser evaluados con la precisión que merece, ya que tan perjudicial para la economía y para los trabajadores potencialmente afectados puede ser un salario mínimo excesivamente reducido, como uno elevado.

Conviene tener en cuenta que:
  • En España, la productividad por ocupado ha disminuido desde 2019, situándose la tasa de empleo entre las cinco más bajas de la UE y posicionándose la de paro cómo la más alta.
  • Los beneficios de la subida del SMI del 8% aprobada en 2023 son evidentes. En una situación inflacionaria como la actual, los ocupados que mantengan su empleo y continúen trabajando el mismo número de horas conservarán su poder adquisitivo. Sin embargo, hay que considerar que cuando suben los precios, sube la presión para que se incrementen los salarios y muchas empresas no tienen capacidad para poder afrontarlo, recurriendo a los despidos para soportar las dificultades económicas que genera una subida de sus costes.
  • En muchas provincias y sectores, el salario mínimo excede ya el 60% del salario medio bruto, lo que evidencia que en las regiones donde el salario mínimo es mayor en relación con el salario medio, la tasa de desempleo también es más elevada. 

  • El incremento del SMI podría contribuir a un incremento de la inflación salarial, lo que añadiría presión sobre el crecimiento de los precios y aumentaría la probabilidad de que la inflación se enquistara.




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